Pues perdone que insista,
pero es que cierra uno la pantalla y de repente se le empiezan a agolpar los
pensamientos, el “tenía que haber dicho…” y el “parece mentira…” Porque vamos a
ver, señor Trueba ¿sabe usted que el único país del mundo donde existe una
forma peyorativa de que los naturales de ese país se refieran a los naturales
de ese país, es España? Para que lo entienda, que no sé si sabrá lo que
significa “peyorativa”: España es el único país del mundo donde existe un
insulto creado por los españoles para referirse a los españoles: “españolito”.
Hace falta ser idiota, no me diga que no.
Pero es que además, ese tono
despectivo de referirse a su propia gente, lo inventaron en época de la
Transición, no diré que la gente de izquierdas, porque entonces y ahora había y
hay gente de izquierdas muy coherente con sus ideas. Como la gente de derechas,
señor Trueba, que en todas las casas cuecen habas y en todos los partidos hay gente
honrada. Como hay listos, tontos, santos varones, sinvergüenzas, profesoras de filosofía,
desahogados, virtuosos, putas, holgazanes y registradores de la propiedad. No,
el problema no es ese. El problema son los paniaguados que viven arrimados al
Poder ahora y en la Transición. Los que saben poner en aprietos a ministros del
gobierno de España, que ponen una sonrisa bobalicona cuando alguien desprecia a
España delante de ellos. Los abajofirmantes de estúpidos manifiestos ramplones
por la paz en el mundo, porque se acabe el hambre, porque no haya guerras… y
porque subvencionen mis películas. Lo que no sé es si ustedes conocerán a
alguien que quiera la guerra y el hambre, que aborrezca la paz o que le guste
destruir la Naturaleza. A lo mejor en sus películas sí los hay, pero yo no
conozco a nadie así en la vida real.
Lo que sí le puedo asegurar
es que yo sí conozco gente -y mucha- que no va a ver sus películas pase lo que
pase. Yo, por ejemplo. Menos aún si hay que pagarlas por segunda vez. Sí, por
segunda, que la primera ya me la ha sacado del bolsillo el ministro complaciente
de turno para dársela a usted. Así que, por lo menos, un poco de respeto por
quien paga. Y quien paga, señor Trueba, somos los españoles: los de izquierdas
y los de derechas, los que firman manifiestos y los que pasamos de manifiestos,
los que trabajan y los que se quedan con el dinero de los que trabajan, los que
hacen películas y las venden y los que las venden sin hacerlas… Gente, gentuza
y gentecilla. Como usted, ni más ni menos.
Porque usted, amigo, no es
más que nadie, usted no es mejor que nadie ni más alto, ni muchísimo menos más
guapo. Solo un paleto acomplejado ante los extranjeros, de los que yo creía que
ya no quedaban en España. Más rico sí, seguro. Pero eso no es más que dinero, y
solo tiene mérito si se ha ganado honradamente…
Gonzalo Rodríguez-Jurado
Saro