Aunque no tengo costumbre de
incluir en Tiroleses textos de terceros que no hayan sido expresamente escritos
para ser publicados en este blog, esta vez por la brillantez del discurso que ha
venido parar a mis manos -a mi pantalla, más bien- merece la pena hacer una
excepción. O dos excepciones porque, aunque todos los que escribimos de forma
regular acabamos “enseñando la patita” en nuestros textos, este tampoco ha sido
-o no ha querido ser nunca- un blog de política.
No obstante todo lo anterior,
cuando leí la respuesta del diputado del PP por Segovia Pedro Gómez de La Serna
a un diputado de ERC tuve la necesidad de compartirlo, como así lo hice, con
mucha gente. Primero, reenviándolo y ahora colgándolo en Tiroleses. ¿Y por qué?
Pues porque creo que, dadas las circunstancias en que estamos, en las que lo
que se discute en el Parlamento no es tal o cuál Ley o tal o cuál presupuesto,
sino el ser mismo de España y de su integridad territorial, nuestro propio ser,
creo que lo que dice este diputado puede ser suscrito por casi todos los
españoles de cualquier ideología. Además debe llenarnos de orgullo a los que
amamos esta tierra, que haya sido precisamente un diputado por Segovia quien
haya dicho lo que tantos pensamos y tan poca gente dice. Y no precisamente
porque represente a los segovianos, ni mucho menos a Segovia, que el diputado
es depositario de la Soberanía Nacional y por tanto representa a todos y cada
uno de los miembros de la Nación, no sólo a quienes le han votado, que entonces
no sería diputado sino procurador. Y eso es lo que debería hacer
que nos preocupase mucho que hubiera individuos próximos a ETA representándonos
-a todos y cada uno de nosotros, insisto- en el Congreso de los Diputados. Y de
tantos y tantos grupos, grupitos y grupúsculos que cobran del dinero de los
españoles para insultar a España y a los españoles.
Vaya pues el discurso y que
cada cual saque sus conclusiones:
Gonzalo Rodríguez-Jurado
Saro
“La verdad, señorías, es que, al margen de la ideología de cada cual,
después de escuchar los disparates que hemos escuchado hoy aquí, a uno no le
extraña que el 51% de los catalanes se abstuvieran en el referéndum del
Estatuto, y que el 5% votara en blanco. A base de intervenciones como las que
se ha escuchado hoy en esta sala, están Uds. logrando lo que no consiguió el
general Franco a lo largo de sus 40 años de dictadura: la desafección de los
catalanes de la vida política. Unos catalanes que acabarán siendo
independientes, sí, pero de la política. Están Uds. alumbrando, en expresión de
Josep María Colomer, un nuevo tipo de ciudadano cada vez más alejado,
mentalmente, vitalmente, sociológicamente, anímicamente, de la política y de la
red pública. Un catalán secesionado de la política.
Después de 30 años de gobierno nacionalista o con participación
nacionalista en Cataluña, puede decirse que el nacionalismo catalán en su
conjunto, como proyecto de sociedad, ha fracasado. Y han fracasado porque
treinta años después, han conducido, entre unos y otros, a Cataluña a un
callejón sin salida de enfrentamiento, de división y de ruptura. Entre unos y
otros, han conducido a Cataluña hacia una de las crisis más graves de su
Historia, en términos políticos, institucionales, económicos, y muy
probablemente también, en términos sociales. Y como única respuesta, han
buscado Uds. un enemigo exterior, un chivo expiatorio: la culpa es de España.
Crean la crisis, y después pretenden taparla creando una crisis todavía mayor.
Pero vayamos por partes:
1.- Piden Uds. en primer lugar, algo insólito, que deroguemos los Decretos
de Nueva Planta. Yo creo que los ciudadanos merecen un mínimo de rigor y un
máximo de respeto. No se puede derogar lo que no está en vigor. Yo soy diputado
por Segovia. Su iniciativa es como si yo trajera a esta Cámara la derogación
del Fuero de Sepúlveda ¿Y por qué no proponen también que estas Cortes se
dediquen a derogar, no sé, pongo por caso, el Código de Justiniano, la Novísima
Recopilación, las Pandectas, Las Partidas o cualquier cuerpo legislativo
histórico de España? Su propuesta no es sólo extemporánea, porque llegan Uds.
con 300 años de retraso, sino también excéntrica. No conozco a nadie, salvo
Uds., que mantenga que los Decretos de Nueva Planta estén en vigor….Es
insólito. Es ridículo y es una tomadura de pelo a la Cámara.
2.- Hablan Uds. en su PNL de una supuesta soberanía de Cataluña suprimida
por Felipe V. Y yo, antes de entrar en materia, me pregunto: ¿Les parece
normal, con la que está cayendo, que esta Cámara se dedique a hablar de Felipe
V o de Carlos II el Hechizado y de sus disposiciones testamentarias? Pobre
Cataluña, si tuviera que debatirse únicamente entre la fatiga de unos y el
hechizo de otros… Sean honestos, no mientan a la gente: Cataluña no fue nunca
soberana. Han construido Uds. un relato falso. Han engañado Uds. a los
catalanes. Cataluña jamás existió como nación –un concepto aún no vigente- ni
como Estado. En 1700 Cataluña era un Principado, sí, un territorio con
instituciones propias, sí, pero integrado en la Corona de Aragón y en
consecuencia en España. Pero ni era un Estado soberano ni era una nación. Las
Cortes eran estamentales y como tales no representaban soberanía nacional o
popular alguna -estamos antes de la revolución francesa- sino a los tres
estados: el clero, la nobleza y tercer estado. Tampoco existía una opinión
pública catalana, porque la opinión pública como tal no surge sino hasta
finales del XVIII, como todo el mundo sabe. La Nueva Planta fue, en opinión de
Vicens Vives -nada sospechoso de anticatalanismo- “un desescombro que obligó a
los catalanes a mirar hacia el porvenir”; algo que comparte Ferrán Soldevilla
cuando dice que dieron lugar al resurgimiento económico de Cataluña; por cierto
que ya Mercader y Voltes pusieron de relieve la catalanidad de los gestores de
la Nueva Planta. No voy a entrar en mayor debate. Cito sólo a cuatro
historiadores catalanes de indudable prestigio. Le recomiendo su lectura.
Léalos, y sabrá, entre otras cosas, que aquella no fue una guerra de secesión
sino de sucesión. Léalos y sabrá que el mayor valedor del archiduque de Austria
frente al Borbón fue el almirante de Castilla. Léalos y sabrá que la realidad
fue mucho más compleja de lo usted dibuja. Léalos y sabrá que el ostracismo
catalán no fue inmediato; hasta el punto que, con motivo de la boda de Felipe V
en Barcelona, se produjo una eclosión de panegíricos catalanes como los de Joan
Bac o Raimundo Costa. Nadie cuestionó la legitimidad de Felipe V en Cataluña
hasta que en 1703 emerge la alianza internacional anti francesa y pro
austriaca. Los actores españoles no fueron más que actores sucursalizados de
las grandes alianzas internacionales. Hacen Uds. también la afirmación de que
Felipe V incorpora Cataluña a Castilla mediante el derecho de conquista.
Primero, no la incorpora a Castilla. Segundo, saben perfectamente que Barcelona
fue inicialmente leal a Felipe V y que fue asediada por una escuadra
internacional anglo-portuguesa dos veces: en 1704 y el 1705, por cierto esta
última vez lanzando nada menos que 6000 bombas sobre la ciudad, que cayó
finalmente en manos austriacas. Derecho de conquista. Repito: fue una guerra de
sucesión, no de secesión. Y lo que había en Cataluña no era un sentimiento
antiespañol, sino antifrancés. Ya lo dijo D. Rafael de Casanova: “Por nosotros
y por la nación española peleamos”. Lo que querían los catalanes era movilizar
a toda España contra el candidato francés, es decir, liderar España, el mismo
propósito de Cambó, algo a lo que Uds., los nacionalistas, han renunciado. Y
han renunciado porque al nacionalismo siempre le falta ambición de país, y
porque el nacionalismo consiste en querer tener cada vez más poder en un lugar
cada vez menos poderoso: en otras palabras, mandar cada vez más sobre cada vez
menos. Y esa falta de ambición y de proyección, ese no incorporarse al
liderazgo del proyecto español, es lo que les lleva, a Uds. y a Cataluña, al
colapso. Y fue un catalán, D. Ramón Lázaro Dou, un ilustrado catalán precursor
de la Renaixenxa y diputado en Cádiz, quien glosó los Decretos de Nueva Planta
por haber acabado con las jurisdicciones patrimoniales y la única instancia en
las condenas de muerte y por la prohibición de las multitudes armadas para
perseguir a los delincuentes. No seré yo quien defienda a Felipe V, pero sí le
digo que la Historia es mucho más compleja que el mito, señor Bosch. Y es más
compleja también que la mentira. Y claro, cuando uno parte de premisas falsas
llega a conclusiones erróneas. No es una historia infantil de buenos y malos.
Es una historia de hombres, con luces y con sombras.
3.- Hablan Uds. del derecho de autodeterminación. Cataluña nunca fue
soberana. Tampoco ahora lo es. No es sujeto de derecho internacional. No es
sujeto constituyente. No tiene poder constituyente. Hablar de autodeterminación
en España es hablar de ruptura. De ruptura constitucional y de ruptura de la
convivencia. Y no tenga ninguna duda de que el modelo constitucional tiene
mecanismos para garantizar la convivencia, la paz, y la unidad. Y que el Estado
garantizará la vigencia del artículo 2 de nuestra Constitución, que se
fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española. Yo les pediría que
dejaran de jugar de una vez con el futuro de Cataluña. Con el pasado, con el
presente, con el porvenir de los catalanes. No tienen Uds. ningún derecho,
ninguno, a crearle a la gente más problemas de los que ya tiene. No tienen Uds.
ningún derecho, ninguno, a meter a los catalanes en la tempestad de la
secesión. No tienen Uds. ningún derecho, ninguno, a jugar con la convivencia en
Cataluña. Ya en el tripartito se les hundió el Carmel. No hundan ahora Cataluña
entera.
4.- Luego plantean Uds. el manido asunto del expolio de Cataluña. Como la
manipulación de la lengua no les ha servido como instrumento de ruptura y ha chocado
con no pocos estratos de población, han acudido entonces a la manipulación de
la economía, que sí llega a todos los estratos, como instrumento de ruptura.
Otra salida en falso, otra huida hacia ninguna parte, otra manipulación. En
primer lugar, no tributan los territorios, tributan las personas. En segundo
lugar, con la misma justificación podrían hablar los madrileños de expolio
porque, si se trata de territorios, estamos por delante de Uds. En tercer
lugar, por idéntica razón los habitantes de Gerona podrían sentirse expoliados
por los demás catalanes, porque le recuerdo que Gerona es la provincia de más
renta per cápita de Cataluña. En cuarto lugar, desgraciadamente, no todo el
dinero recaudado en Cataluña redunda en beneficio de los
catalanes: ya, ya se ocupan algunos cuando están en el poder de que eso no
ocurra: caso Millet, Santa Coloma, Prenafeta, ITV, el contrabando de tabaco del
conseller de ERC, las cartas de extorsión a los trabajadores de la Generalitat
pidiéndoles un porcentaje de su salario para ERC -por cierto que el Sr.
Vendrell fue luego ascendido a Consejero- los sueldos exorbitantes de los
Presidentes de las Diputaciones que Uds. controlaban -Lérida y Gerona- las
colocaciones de ex políticos en empresas del sector público catalán, los gastos
desorbitantes para tunear vehículos oficiales… todo muy ejemplar: Si Rafael
Casanova levantara la cabeza y viera lo que hacen Uds en nombre de Cataluña, y
viera cómo han dilapidado Uds. aquél enorme patrimonio de la Transición que era
el antiguo liderazgo catalán de una nación de 40 millones de habitantes, con
sus mercados, con sus relaciones internacionales, cuarta economía de la zona
euro, … Si levantara la cabeza y se preguntara: ¿El expolio? Con toda
probabilidad les contestaría: El expolio de Cataluña son Uds. Uds. incrementan
la deuda en un 200% y ante la deuda piden Uds la independencia. Independencia,
¿para qué? ¿para endeudar todavía más a los catalanes?¿Para aislarles del
mundo? ¿Independencia para ser una especie de rara avis entre los no alineados?
¿Independencia para arruinar a los catalanes? ¿Han calculado Uds., antes de
jugar con este fuego, cuántas empresas saldrían de Cataluña? ¿Cuántas
multinacionales europeas sacarían sus plantas de allá? ¿Cuántas grandes
empresas catalanas deslocalizarían sus activos, sus sedes, de un territorio
aislado del mundo? ¿Han calculado Uds. el coste que esto tendría en la mediana
y pequeña empresa de Cataluña, muchas veces auxiliares de las anteriores? ¿Han
calculado el ingente paro que generaría la independencia?
Hagan números, y después pídanle a la gente que sacrifique su hacienda,
su trabajo, su bienestar y el futuro de sus hijos en el altar de un delirio
secesionista. Si Cataluña se independiza, ¿con qué dinero van a pagar las
pensiones? ¿Con que dinero van a pagar el desempleo de los catalanes? ¿en qué
mercados van a vender sus productos y con qué aranceles? ¿Cómo van a pagar su
deuda? Digan a la gente el verdadero coste de la independencia: un descalabro
en términos de generación de riqueza y de PIB per cápita que les situaría por
debajo de cualquier territorio o comunidad de España. Digan la verdad a la
gente antes de jugar con el futuro de los catalanes. Con su hoja de ruta
llevarán a los catalanes a la bancarrota y provocarán el derrumbe del estado de
bienestar. Ni Montenegro ni Islandia: Chipre, Grecia o Padania. Sigan Uds. así,
que las agencias de calificación ya han tomado buena nota y han bajado su bono
al nivel de bono basura… Y hagan Uds. cuentas también en el ámbito de la
democracia y de la política, porque la Constitución española se reafirmó como
Constitución catalana con el respaldo del 90,3% de los catalanes. Algo muy
difícilmente superable, en términos de legitimidad democrática, se pongan Uds.
como se pongan y saquen a la calle al número de personas que quieran sacar a la
calle.”
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