domingo, 4 de febrero de 2024

AHÓRRATE ESAS PALABRAS

 

Es más que frecuente, machaconamente insistente, diría yo, que aquéllos que tienen que dirigirse a un auditorio de más de dos personas, caigan en el uso de lo que yo llamo palabras comodín. Es decir, palabras que consideran que son de muy recomendable uso, tanto por su significado como por su significante. Y esto reza tanto para los responsables de redactar los textos publicitarios, bien sea de televisión, radio o prensa escrita, como para los locutores de los medios hablados y escritos, los conferenciantes o los profesores. Muchas veces incluso, ignorando su verdadero significado.

Pues bien, aprovecho este humilde blog para declarar a la ciudad y al mundo, urbi et orbe, que he tomado la firme determinación de no consumir productos ni atender a discursos que contengan este tipo de malhadadas palabras. Y lo explico:

PLANETA: me niego a que me sigas machacando con la idea de que yo, haga lo que haga, me estoy cargando todo rastro de vida inteligente y no inteligente en la Tierra. Excepto, claro, si compro tus muebles de cocina, si me desplazo en el conche que tú vendes, si viajo con tu agencia, consumo tus chicles o me afeito con tu maquinilla.

SOLIDARIDAD / SOLIDARIO: Paso. Que tú no sepas que solidaridad quiere decir responsabilidad única e individual de cada uno de los concernidos, no me convence para ser solidario. Los habitantes de las favelas, las víctimas de un terremoto o los amputados pueden darme más o menos pena, más o menos compasión o ganas de ayudar, que no suelen ser pocas porque todos hemos pasado calamidades. Pero de ahí a considerarme a mí responsable de su situación, lo siento, pero hay un largo trecho.

MÁGICO: Cuando me dicen que algo es mágico, lo siento pero no puedo evitar pensar que es una soberana estupidez. Y es que no falla, cuando alguien no tiene nada que decir acerca de algo o de alguien, dice que es mágico. Ejemplos hay muchos: las princesas Disney, la noche de Fin de Año o un crucero por la Costa Blanca. Pero el que se lleva la palma, el ejemplo estúpido por excelencia es la noche “mágica” de los oscar. Es decir, cuando se junta la gente del cine para dar premios a la gente del cine, que a su vez se emocionan enormemente por haber recibido un premio que se dan ellos mismos, se suben al escenario y compiten por ver quién hace el discurso más ridículo. Más mágico, diría yo.

MEDIO AMBIENTE: Hasta donde yo sabía, medio ambiente es el espacio físico en el que se desarrolla cualquier actividad, pero parece que no, El medio ambiente solo merece tal nombre si es algo flower power, bonito, agradable a la vista, sano… el interior de una mina o de una fábrica, no son medio ambiente. Son solo nada ambiente.

CLIMA, la palabra mágica: estamos todos preocupadísimos porque “el clima está cambiando”. Pero depende a quién le preguntes, el clima cambia de una forma u otra. En mi pueblo ya no llueve, en el mío se desbordan los ríos, en el de mi señora hace años que no nieva; y en el suyo de usted, aunque parezca mentira, nunca ha hecho este frío en enero. Claro, que si tomamos una definición bastante elemental de la palabra clima, como el conjunto de las variaciones de presión y temperatura que afectan a un territorio concreto, igual podemos entender que son tantas las combinaciones posibles que afectan a esos dos factores determinantes, que es imposible pensar que puedan ser algo constante.

INCLUSIVO: todo tiene que ser inclusivo, aunque da igual lo que cada uno incluya. Todo es susceptible de ser incluido siempre que además tenga usted en consideración razas extintas, religiones inaceptables y cualquier inclinación sexual por la que alguien pueda sentirse atraído. Cuanto más repelentes, mejor. No me da la gana de comprar su producto inclusivo, sencillamente.

DIVERSO: Cuando alguien te dice que su producto o su servicio es diverso, te está diciendo que no hace falta ser alguien normal para consumirlo. Siempre que consideremos normal a alguien que vive su vida sin imponer a nadie sus costumbres, sin exigir a los demás que le aplaudan sus manías y en general, sin llamar la atención. Para ser diverso hay que ser un coñazo.

PLURAL: No necesito ser plural. Desde que tengo conciencia me preocupo por lo mío y por lo de los míos. Lo que hagan los demás, cómo sean, de donde vengan o adonde vayan, sinceramente me tiene sin cuidado. No me afecta nada si lo que yo uso, lo que yo consumo o lo que demando, le gusta a otra gente, ni mucho menos si esa gente es igual, distinta o parecida a mí. Otra cosa son mis decisiones individuales de ayudar, preocuparme o ignorar lo que les pase a los demás. Pero eso es una decisión personal mía, insisto: ni me considero obligado ni necesito que usted me diga lo que tengo que pensar o sentir.

TODOS: repito, me da igual lo que hagan los demás. Evite intentar convencerme de nada con frases como “todos somos…”, “…para todos” o “todos tenemos derecho”. Le auguro un fracaso estrepitoso.

SOSTENIBLE: me pasa como con el planeta, cuando me dicen que algo es sostenible me pongo en guardia. En principio, entiendo que algo sostenible, es algo que no genera desperdicios, algo que una vez usado, puede volver a utilizarse. Lo que no me creo es que sean sostenibles los coches, los cosméticos y hasta los espectáculos. Y no es que no me lo crea, es que además me molesta que me tomen por imbécil.

PAREJA: yo no tengo pareja, estoy casado y mi mujer es mi mujer y yo su marido. No somos ninguna pareja. También podíamos ser novios o prometidos o incluso vivir juntos sin estar casados, que eso a nadie ha de importarle ¡pero pareja! Las parejas, querida señora, las forman los animales cuando les viene el celo y se emparejan. Algunos de ellos, pocos, incluso forman parejas que duran todo el resto de su vida. Una pareja, si usted no me dice otra cosa, la forman dos seres vivos que, circunstancialmente, se unen para procrear. Eso en la especie humana, desde hace muchos siglos se institucionalizó con el fin de garantizar la seguridad y la integridad de todos los miembros del clan familiar. Una pareja es solo la unión de dos individuos.

NUESTROS FIELES AMIGOS: Desde hace años existe la tendencia de humanizar a los perros, para así demostrar todo lo que se les quiere. Parece que, si no le haces una camita a tu perro, si no lo vistes como si fuera un niño o lo sientas a la mesa, no le quieres nada. Ahora hay que dejar a los perros entrar en las tiendas, en los transportes públicos y hasta en los espectáculos. Y no es ya que puedan molestar a alguien, que no está contemplado que a alguien puedan no gustarle los perros, es que nadie repara que para ellos pueda ser una auténtica tortura, porque su naturaleza les exige espacios abiertos, correr o jugar con otros perros. No, no me gustan los perros de ciudad, con amos de ciudad empeñados en que su perrito sustituya al hijo que no tienen, sino que me gustan los perros, sencillamente. Y por supuesto, no me gusta que nadie de por hecho que por eso tengo que tratarlos como a personas. No es mi fiel amigo, es mi perro.

HISTÓRICO: No me cuentes que algo es “histórico” para despertar mi admiración y que me dé cuenta de lo importante que es. Todo es histórico, es decir, todo sucede antes de lo siguiente que va a suceder y después de lo que ya ha sucedido. Porque la historia no es otra cosa que la sucesión de hechos. La importancia que cada uno de ellos tenga, no depende en absoluto del momento en el que tiene lugar, pero parece que si decimos que es histórico tiene más importancia. Y así debe ser, sin duda… para los catetos.