No sé si lo he conseguido. Llevo
años intentándolo, intentando sintetizar en un solo artículo o en un solo vídeo
la fuerza, la delicadeza y la expresión de todas y cada una de las estatuas de
Los Jardines. Algo imposible, dirá usted y doy fe de que lo es. Cuanto más les miro
a la cara, cuanto más intento comprender lo que cada una de ellas quiere decir,
más me desanimo y menos posibilidades creo tener de lograrlo.
Pero, como tantas veces he
dicho, uno es un optimista impenitente y la peor opción es no intentarlo. Así que
ahí va el cuarto a espadas de este jugador de (mala) fortuna; de este domador
de pulgas y de este navegante en busca de la Indias Occidentales; de este Don
Quijote, que jamás reconocerá un molino donde haya un gigante al que mandar a
postrarse delante de su Dulcinea; o de este Gustavo Adolfo capaz de subir solo al
Monte de la Ánimas, de buscar en la intimidad de maese Pérez el organista o de
extasiarse con las oscuras golondrinas…
¡Antes morir que perder la
vida!
Gonzalo Rodríguez-Jurado
Saro
Magnífico video. Gracias Gonzalo por recordarnos siempre lo maravillosa que es La Granja..............y sobre todo El Tiro.
ResponderEliminarUn abrazo,
Luis