miércoles, 1 de octubre de 2014

Corrección política

Aunque no podamos quejarnos de la proyección exterior, ni del volumen de turismo que reciben La Granja y Valsaín, me da la impresión de que no se hace todo lo posible en este capítulo. Y llevaba semanas con el run-run, pensando en qué fallamos, hasta que esta misma noche se me ha encendido una luz, me han inspirado las musas y me ha hablado un arcángel: Señores, somos políticamente impresentables. Tanto en el callejero como en la toponimia, los nombres de La Granja y Valsaín son, no políticamente incorrectos, sino lo más apropiado para expulsar a cualquier visitante con mediana sensibilidad política o social. Indignos de recibir en nuestras calles a cualquier ciudadano medianamente global ¿Cómo vamos a proyectar “nuestra querida Granja” hacia el mundo con estos nombres?

Propongo para incluir en su programa, a cualquiera de los partidos que se presenten a las próximas elecciones municipales, la siguiente reforma onomástica y toponímica:

La calle Lecheros, donde está La Panadería, pasaría a llamarse calle de Los Lecheros y Las Lecheras; la calle de Los Donantes, en la urbanización San Luis, debería pasar a llamarse calle de Los y Las Donantes. En la misma línea, las calles Infantes y Embajadores pasarían a llamarse calle de Los Infantes y Las Infantas y calle de Los Embajadores y Las Embajadoras respectivamente. Asimismo, las calles del Rey y de la Reina, deberían llamarse cada una de ellas calle del Rey y La Reina y calle de La Reina y El Rey. En cuanto a La Valenciana, propongo el nombre mucho más correcto de calle de la Ciudadana y el Ciudadano de la Comunidad Autónoma de Valencia. Por su parte, la plaza del Matadero, deberá indefectiblemente pasar a llamarse calle de la Factoría Industrial para la Transformación Alimentaria de Animales o plaza FITA, por sus iniciales. Propongo además que desde El Tiro aportemos nuestro granito de arena, repudiando tan bélico, cinegético y violento nombre y cambiándolo por el mucho más presentable nombre del Impacto: Club de Campo El Impacto, no suena mal.

Esto en cuanto a los nombres de las calles ¿Pero qué me dicen de los nombres de los accidente geográficos que rodean La Granja? ¿Podemos de verdad presumir de tener un cerro llamado El Pollo Judío? ¿No sería muchísimo más presentable llamarle cerro de La Cría de Ave de Corral de Etnia Semita? Mucho mejor, dónde va a parar. Lo mismo que el cerro de Matabueyes. Así quién nos va a contar entre la gente civilizada. No se hable más, desde mañana cerro del Sacrificio Sin Dolor del Ganado Vacuno. Lo mismo que su gemelo y opuesto cerro del Puerco ¡Qué falta de sensibilidad, por Dios! ¿No parece un poquito más civilizado llamarle cerro de la Cabeza de Ganado Porcino? Pues eso es lo que yo creo. En cuanto a La Cruz de La Gallega, propongo dejar de ofender a aquéllos ciudadanos que, bien no son creyentes o bien profesan una religión distinta a la cristiana, tan respetables cualquiera de ellas como esta última. Así, podríamos empezar a llamarle el Símbolo Religioso de la Ciudadana Originaria de una Comunidad Autónoma del Noroeste del Estado. Todo menos que nuestros visitantes puedan sentirse ofendidos o menospreciados. Y por último, y en esto sí que voy a ser intransigente, tolerancia cero, quedará definitivamente abolida la humillante denominación de La Mujer Muerta. En lo sucesivo, La Víctima de la Violencia de Género. He dicho. Y que me siga quien quiera..


Gonzalo Rodríguez-Jurado Saro

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