domingo, 30 de septiembre de 2012

Coincidencia

 

Este sábado han coincidido -que no se han juntado- en un espacio no superior a quinientos metros cuadrados, en torno al Tiro, tres mujeres, con al menos tres coincidencias entre ellas. A saber: La primera coincidencia, es que las tres han sido protagonistas en segundo plano de la etapa de la Historia de España que les ha tocado vivir. La segunda coincidencia es que entre las tres sintetizan los últimos sesenta años de esa misma Historia de España. Y la tercera, es que cada una de ellas representa a un sector de opinión distinto de los otros dos. Veamos:
Carmen Franco, Duquesa de Franco, representa el anterior régimen que -no lo olvidemos- se autodisolvió para dar paso a otro más acorde con los tiempos, procurando no distorsionar excesivamente el ya de por sí difícil camino a recorrer. A partir de ahí, fueron muchos los que intentaron atribuir a Franco y su familia abusos y corrupciones sin apenas conseguirlo. Esos abusos y esas corrupciones los quisiéramos ahora. Doña Carmen, Carmencita, ha mantenido desde entonces una postura discreta y en absoluto beligerante. Y como tantas y tantas abuelas, bastante ha tenido con ocuparse de su familia, que no pocos disgustos le han procurado. El sábado jugaba al remigio en El Tiro
S.A.R. la Infanta Dª Elena (perdón Señora, por saltarme la preeminencia, pero estoy siguiendo un orden cronológico) representa -y muy bien representado- a S.M. El Rey y, con Él, a todo el Régimen de libertades creado a partir de la muerte de Franco. No obstante, basta andar por foros, tertulias y conversaciones privadas para darse cuenta de que en España no hay prácticamente monárquicos. Sí hay, y tampoco muchos, juancarlistas, pero el día que haya que hablar de continuidad de la Institución, veremos. Y los pocos monárquicos que quedamos ya no estamos muy dispuestos a que nos fusilen “por El Rey”, como les pasó a muchos de nuestros abuelos. Eso, por una parte. Por otra, a mi me cuesta creer que el Rey haya podido firmar una Ley que considera buena para todos los ciudadanos… menos para Él. Me refiero a la Ley que cambia la tradición en la línea de sucesión a los títulos nobiliarios, de forma que deja de primar el varón. Nada que objetar, pero ¿por qué entonces, no es la sucesora a la Corona S.A.R. la Infanta Dª Elena? ¿No es la Corona poco más que un título? “Uno a uno tanto como vos y todos juntos más que vos” recordaban las Cortes de Castilla al Rey cuando lo juraban. En fin, mientras esto se dilucida, Doña Elena venía, como tantos otros socios, a soltar niños por El Tiro. Que ahora que no hay colegios, hay pocos remedios mejores.
Teresa Fernández de la Vega, ex Vicepresidente -con e, que me niego a patear el Diccionario- y ex Vicetodo, descansaba en su casa a escasos cien metros de El Tiro y, en mi opinión, representa la liquidación del Régimen constitucional del 78. Lisa y llanamente, que eso y no otra cosa son leyes como el Estatuto de Autonomía de Cataluña, que hace saltar por los aires la igualdad de los españoles ante la Ley; la Ley de Memoria Histórica, que hace saltar por los aires el consenso constitucional de enterrar definitivamente la Guerra Civil, después de cinco leyes orgánicas, aprobadas por unanimidad del Parlamento y destinadas a reparar cualquier afrenta que hubiera podido quedar pendiente de aquél desastre, ahora desenterrado; y la legalización y suelta masiva de presos de ETA, dando por perdida la guerra contra el terrorismo, que hace saltar por los aires cualquier garantía constitucional de que la Ley está para cumplirla. Y no se me diga, en ninguno de los tres casos, que han sido el Tribunal Constitucional o el Congreso, por favor, que estamos hablando de cosas muy serias… Como titulé un artículo anterior en este blog, que cada palo aguante su vela. No olvidemos que esta señora estuvo donde estuvo porque así lo habían elegido la mayoría de los españoles. Otra cosa es lo que cada uno opine de la Ley D’Hont de representación proporcional. Pero esa ha sido la misma para todas las elecciones que en nuestra reciente historia constitucional han sido.
En definitiva, curiosa coincidencia -o triplete- que aquí he querido hacer notar a todos aquéllos que, de una forma u otra, aprecian lo ajeno sin reparar en lo propio. Y es que en La Granja y en El Tiro “habemos gente mu principal…
Gonzalo Rodríguez-Jurado


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