domingo, 30 de septiembre de 2012

Hoy salgo del armario

Ya está bien, hasta aquí hemos llegado. No aguanto ni un día más: el mundo tiene que saber mi verdad. Han sido años de silencio culpable, soportando los embates de mi conciencia, luchando contra todo aquello que me habían enseñado y haciendo en secreto lo que en público juzgaba como un crimen. Mofándome de los que eran como yo y compartiendo con ellos, cuando nadie me veía, el placer que nos unía. La conciencia me impide seguir ocultando la verdad un solo día más, así que aquí y ahora voy a declararlo solemnemente: me gusta el tinto con gaseosa.
Hay quien le llama tinto de verano, que es la forma eufemística de disfrazar nuestro pecado nefando cambiándole el nombre. Pero yo he dicho -y mantengo- tinto con gaseosa. Y si es La Casera, mejor. Porque, vamos a ver, si damos por bueno el argumento de los entendivinos de que con la gaseosa te cargas el vino ¿no es más cierto que con el zumo de fruta de la pasión te cargas el rape; que con el perejil, el tomillo seco y el regaliz en polvo te cargas la piña; o que con la cerveza negra y el azúcar te cargas el cordero? Pues todo eso no lo hago yo, lo hace Juan Mari Arzak y de ello presume en su página güeb. Y solo es un ejemplo, que si nos ponemos a mirar las páginas de bullis, can fabes, can rocas y demás cans con varias estrellas Michelin que a lo largo nuestra geografía abundan, sabríamos lo que es de verdad “cargarse” alimentos de la máxima calidad. Porque esa es otra, yo sólo mezclo con gaseosa el vino bueno, según la definición que señala que hay dos clases de vino: el bueno y el cojonudo. Al segundo, no se me ocurre echarle nada. Pero no porque me lo vaya a cargar, sino porque considero que no le hace ninguna falta. Como creo que no le hace falta Coca-Cola al buen whisky ni tónica a la buena ginebra. Sin embargo, entiendo que haya a quien le gusten esas mezclas, tan anti natura como el tinto con gaseosa, por otra parte. Más aún, creo que ahora están de moda los bares con carta de gintonics. Lo que no puedo imaginarme son las aberraciones que saldrán en semejantes cartas: como un muestrario de camas diseñado por el Marqués de Sade. Menos mal que me jubilé a tiempo.
Por último, ya que me he quitado de encima la losa que durante años me ha impedido hablar con franqueza de mis debilidades, quiero recomendar el tinto de verano que prepara Javi en El Tiro. Aunque es verdad que a veces hay que “forzarle la mano” con el vino, especialmente si Ana está acechando. Pero también es cierto que nunca ofrece una resistencia encarnizada…
El próximo, va por ustedes.
Gonzalo Rodríguez-Jurado Saro


2 comentarios:

  1. Dí que sí!. Conozco a un reconocido experto en vinos (que no "entendivino"), al que le preguntaron en una entrevista para una revista del sector, si le parecía una aberración la mezcla de vino con gaseosa, y contestó: "En absoluto, creo que la gaseosa mejora muchos vinos".
    Por supuesto, titularon así la entrevista y tuvo muchas más felecitaciones que opiniones en contra.

    Escrito por Paz 04/05/2012 09:37



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  2. Sabias palabras. Felicite a ese sabio... aunque ya le felicité yo en su día

    Escrito por Gonzalo 05/05/2012 11:53


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