domingo, 30 de septiembre de 2012

Monárquico soy

 

Podía empezar este artículo haciendo jeribeques sintácticos para relacionar el tema con La Granja: que si Real Sitio, que si “nuestra historia”, que si “tradicionalmente en La Granja”… Pero la verdad es que no me apetece nada. Quien haya seguido Tiroleses desde el principio sabe que, en su presentación, dije que aquí era prioritario hablar de La Granja o del Tiro. Prioritario, pero no exclusivo ni excluyente. Así que, vaya por delante, quien no esté dispuesto a leer sobre el “tema de actualidad”, dejando de lado por un día nuestros bosques y nuestras montañas, ahórrese leer este artículo y espere pacientemente al siguiente. Dicho queda.
Y una vez dicho aclarar, en primer lugar, que esto de ser monárquico es como ser del Atlético de Madrid, buena gana de llevarse disgustos. Que todo el mundo te mire con cierta comprensión y que admire tu capacidad de sufrimiento. Aparte de esto, no creo que ninguno de los dos sistemas -república o monarquía- sean en sí mismos buenos ni malos. Hay repúblicas que han sido prósperas y buenas para sus ciudadanos y monarquías que no lo han sido menos para los suyos. De las primeras, podemos nombrar desde Atenas, pasando por Roma, y La Sereníssima (Venecia, para los de la LOGSE) hasta la Francia actual; de las segundas, desde todas las monarquías nacionales que a partir del siglo XVI unificaron los diferentes países europeos, hasta el actual Reino Unido de la Gran Bretaña. Nada que envidiar, por tanto, unas a otras. Por eso me subleva ver cómo gente aparentemente culta y con estudios da por buena la dicotomía monarquía-antigüedad-atraso / república-democracia-modernidad. Personalmente, hubiera preferido vivir en la Inglaterra del siglo XVIII que en la URSS. O en la Holanda de la segunda mitad del siglo XX, que en la España del 31 al 39.
Por eso, y partiendo de la frase de Azaña, quien dijo que lo importante no es la Monarquía o la República sino la Nación y teniendo en cuenta que para mí es más estable el primero que el segundo, creo que cualquiera de los dos sistemas bien gestionado puede ser bueno para España. En todo caso, no creo que ninguno de los dos merezca ni una sola gota más de sangre de los españoles. En concreto aceptaría una reforma constitucional legal -nada de golpes o hechos consumados- que supusiera el cambio de régimen, como de hecho está previsto en la propia Constitución: disolución de las Cortes, convocatoria de unas nuevas que a su vez convocasen un referéndum, etc. Lo que de ninguna manera aceptaría sería la bandera de la II República por su significado: un régimen sangriento y revolucionario, que eso y no otra cosa son gloriosas hazañas como la eliminación física del jefe de la Oposición; o la exclusión de “las derechas” de todo derecho a formar Gobierno aunque hubiesen ganado las elecciones; o dar un golpe de estado cuando éstas gobernaban… Si queremos república, república, qué le vamos a hacer. Pero con la bandera nacional, que ante todo somos españoles.
Que Su Majestad y su augusta Familia no se encuentran en sus mejores momentos, es más que obvio e innecesario decirlo; que a ello han contribuido los republicanos, injusto. Aunque se alegren bastante, faltaría más. Pero al Rey no se le dirige su vida privada desde ninguna redacción. Se le puede cortar el cuello o desollarlo en la plaza pública, pero organizarle su ocio, sus amistades o pedirle que sea un Rey de reality show, de papel cuché y de veraneo en un resort de la República Dominicana, es peor que matarlo. Un rey hortera, en un país hortera y con “princesas del pueblo” es infinitamente peor que la peor de las repúblicas. Aunque haya quien se crea que puede cambiar la corte por los cortesanos, la majestad por majeza y la realeza por relatividad.
No, definitivamente no me gusta ver a mi Rey pidiendo perdón. Cuando era niño, me indignaba oír en el colegio bromas a cerca del Bobón o del Bombón, entonces Príncipe de España; más tarde, de joven fui carlista y después, con la madurez y hasta ahora, liberal. Pero siempre monárquico y siempre llevándome bofetadas -hasta físicas- por nadar contra corriente. Por eso no tengo ningún reparo en escribir esto aquí y ahora.
Ni en discutir civilizadamente con quien sea, cómo no.
Gonzalo rodríguez-Jurado Saro


3 comentarios:

  1. Me preocupa mucho más el Estado Autonómico y nadie pide un referéndum para ver si queremos seguir manteniendo esta sangría...



    Escrito por Gonzalo 25/04/2012 11:30



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  2. ¿Y si esto le hubiese ocurrido navegando?. ¿Habría pedido perdón?.
    No, es que no es igual tú, oye que irse a Africa a un safari es carísimo, y en los tiempos que estamos...
    Ya, ¿Y si hubiese tenido el accidente esquiando en Salt Lake?, eso es igual o más caro que un safari.... Ya, pero no es lo mismo.
    No, el verdadero problema es que esto le ocurrió cazando, y ya sabemos todos como está el patio respecto a este deporte. Yo no soy practicante pero sí defensora por ser una parte importante de mi vida, y una parte fundamental en la vida de todos los hombres que realmente me importan.
    Aquí la única pregunta es: ¿Pero, era un buen trofeo?. Es sólo para saber si merecía la pena esta bochornosa humillación.

    Escrito por Paz 04/05/2012 09:50


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  3. Buena pregunta, Paz. Pero esto es España, el paraíso de la envidia y estamos hablando del Rey de los españoles:

    "yo no cazo, ni esquío, ni monto en globo, ni me gusta la ópera. Pero si alguna de estas cosas le gustan a usted, tiene que dejarlas inmediatamente porque me ofenden"

    Otra cosa sería si esas mismas cosas las hicieran las hicieran pantojas, bardemes o chabelis...

    Escrito por Gonzalo 05/05/2012 11:49


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